"No es nuestra culpa que la NASA esté dando de baja los satélites, eso es irremediable" explicaba el mandamás de nuestra comuna capitalina.
Seguía: "¡¡Estos técnicos inexpertos ñembo científicos no son capaces de calcular donde caerán sus chatarras y para nuestra desgracia lo hacen sobre las calles y los colectivos de nuestra querida tierra, madre de ciudades!!" se quejaba prácticamente a los gritos.
Al ser consultado sobre cómo un solo aparato puede hacer tanto daño, no se inmutó en defender: "¿y qué te pensás? Estas máquinas futurísticas tienen tanta masa concentrada que debida a la inercia con la que ingresan a la atmósfera caen a una velocidad abismal rebotando de aquí para allá. Gracias a Dios sólo cayeron en las calles y con una ampliación presupuestaria esteremos resolviendo todos los problemas" terminaba relatando a medida que se escuchaba el aplauso de sus colaboradores.
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