Quienes pensaban que el pulpo Paul sólo pronosticaba a los vencedores en los partidos de fútbol mediante unas cajas con comida sumergidas en el estanque y representadas con imágenes de estos equipos, estaban totalmente equivocados.
Otra virtud de este curioso personaje, odiado por unos y admirado por otros, es la elección de los pateadores desde los doce pasos.
Al producirse la falta penal del español Gerard Piqué sobre el delantero paraguayo Óscar Cardozo en el duelo entre guaraníes e ibéricos del sábado 3 de julio pasado, el molusco en cuestión dictó sentencia hacia su preferido, pero de este hecho nadie se percató debido a que todos estaban espectantes frente a sus respectivos televisores.
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