Debido a la gran cantidad de "productos" decomisados en estos últimos días, y cuyas cifras en el año ya superan los 1.362 kg, expertos extranjeros contratados han sugerido la posibilidad de empedrar las calles con estos vistosos ladrillos y aprovechar así una necesidad imperante del sector de las construcciones viales.
"Matamos dos pájaros de un tiro: Reutilizamos la merca y ahorramos la compra de cemento" sostenía el profesional entrevistado al mismo tiempo que descendía a uno de los baches de la ciudad ayudado en una escalera de bomberos.
También se ahorraría el trabajo de incinerar dichos elementos y el perjuicio que conlleva a los vecinos del lugar el humo de este procedimiento (varios de ellos amanecen en lugares que no conocen y haciendo cosas que no recuerdan).
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